domingo, 26 de noviembre de 2017

LA HINOJOSA NEGRA: TRES CRÍMENES FAMOSOS



© María Dolores Rubio de Medina, 2017

En esta ocasión, mi interés es mostrar, muy por encima, algunos detalles de la Hinojosa negra, poniendo el foco sobre tres sucesos de nuestro pasado. La información de dos de ellos proceden de noticias de prensa; y la del segundo suceso, de un pequeño libro publicado por uno de los médicos que valoraron la capacidad mental del asesino.

I. El primer crimen se cometió en Hinojosa del Duque, el día 11 de diciembre de 1904. El prestamista Pablo Gallego García fue asesinado con un cuchillo en su propia casa, por Noberto Rafael Cuadrado Molera, Francisco Ruiz García y Antonio Agudo Rayo (los tres vecinos de Belalcázar). El móvil del asesinato era el robo de dinero y, de paso, de los documentos de reconocimiento de deudas que tenía firmados alguno de los asesinos con el prestamista. El dinero robado fue de algo más de 8.900 pesetas en billetes, guardados en una cartera de piel, y de «dos talegos de bramante con monedas de plata», tal como relata el fiscal que hizo un exhaustivo repaso de los hechos, descritos por El Diario de Córdoba de fecha de 21 de marzo de 1906. La cantidad robada fue recuperada casi en su totalidad. El Fiscal solicitó la pena de muerte de los acusados o la inhabilitación absoluta perpetua en caso de indulto, el pago de costas, una indemnización de 2.000 pesetas para la viuda y herederos, y la suma de «seis pesetas cincuenta céntimos, por el valor de la cartera de piel y de los dos talegos de bramante sustraídos».

Un detallado resumen de los avatares y las sesiones de juicio con jurado, que encontró culpables a los acusados, puede leerse en el periódico El Diario de Córdoba de los días 21, 25, 26 y 28 de marzo de 1906.

Reproducción de la portada de "El Mundo al Día" de 27 de marzo de 1906.


II. El segundo crimen es doble y ha acabado viviendo en la bibliotecas: Durante mucho tiempo, fue uno de los escasos libros en los que se podía leer el nombre de «Hinojosa del Duque»; y, desgraciadamente, el ejemplar que poseo estuvo oculto, durante años en la biblioteca –es una reproducción del libro original de 1915– por la sencilla razón que el lomo no contenía título, hasta que un día, desesperada por no encontrar los libros que buscaba, cogí un rotulador y le puse sus títulos a todos los lomos huérfanos. Sobre ese asesinato doble no he buscado nuevos datos en las hemerotecas periodísticas, porque si el primero me impactó por el tratamiento periodístico de los asesinos (la fotografía es terrible, el equivalente a lo que hoy se dice «pena de telediario»); más terrible sería una fotografía, de haberla, de una persona que no tenía el pleno uso de sus facultades mentales. Los datos proceden de este libro:

Reproducción del libro original hecha en 1994.


A finales de junio de 1914, Isidoro Ramírez (nacido en Hinojosa del Duque el 23 de marzo de 1915) exigió a su madrastra la herencia de su madre; ante la negativa de la mujer, el hijastro la atacó con un arma blanca y un hacha, matándola; apareció el padre que se encontraba ausente del cortijo, distante a 24 kilómetros de Hinojosa, a quien también asesinó, dejándolo sobre un montón de trigo. El asesino vendió en Pueblonuevo del Terrible varios costales de trigo, cuyo importe gastó en vino y mujeres. A los ocho días del asesinato, volvió a Hinojosa donde fue detenido. 

A pesar de haber sido declarado por los peritos médicos como imbécil, con fecha de 8 de junio de 1915, fue condenado a muerte. La contradicción de que una persona con un diagnóstico de imbecilidad fuera condenada a muerte, dio ocasión al médico Manuel Ruiz Maya para elaborar un análisis, que publicó en 1915, con el que pretendía concienciar a sus coetáneos –y especialmente a los que aplican la justicia– de la existencia de una justicia muy injusta. Su libro lleva el impactante título de Un imbécil condenado a muerte. Hoy que se cuestiona todo, sería considerado como un título políticamente incorrecto.
La portadilla interior lleva como subtítulo «Estudio médico legal de la pena impuesta a Isidoro Ramírez Morales, autor del asesinato de su padre y madrastra, cometido en Hinojosa del Duque en 20 de julio de 1914 por el Dr. M. Ruiz Maya», que también se las trae, porque lo correcto hubiera sido poner «de los asesinatos», con lo que, en estos tiempos en los que se crítica hasta que se lean cuentos en los colegios donde los príncipes besan a las damiselas dormidas (por ser un acto sin consentimiento), podría acusarse al doctor de despreciar a las madrastras, las cuales ya arrastran suficiente mala fama. 





III. El tercer crimen intentó ser encubierto como si fuera un suicidio y ocurrió en un «lupanar». Fue, en realidad, un asesinato protagonizado por eso que llaman «las fuerzas vivas», pues los implicados fueron el secretario del Ayuntamiento –el asesino– y el tercer teniente de alcalde. La particularidad es que la noticia se ofrece tal como la publicó el Diario Hinojosa (desgraciadamente el recorte que conservo no tiene fecha). El periódico Hinojosa era propiedad de Manuel Antón Garrido (a este hombre casi habría que ponerle una estatua o una placa, por un poner, ya que bastante hizo en un páramo como la Hinojosa de aquellos tiempos. Digo páramo porque estaba fuera de los circuitos culturales, porque gente culta y preparada para llevar negocios y tomar iniciativas la había en abundancia). 
En este caso, al reproducir la noticia, no comento nada para que los lectores saquen sus propias conclusiones; pero sí adelanto que el enfoque que el Director da –u ordena dar a la noticia, pues no está firmada–, causa perplejidad, pues ni busca amarillísmo ni precisión en los hechos narrados, sino que parece querer «pasar de puntillas» sobre un desgraciado hecho en el que los implicados, solo eran buenos chicos y del que tiene la obligación de informar. En fin, juzguen y saquen sus propias conclusiones, aunque parece ser que el asesino fue absuelto por entender el Jurado que actúo en legítima defensa, tal como informa El Diario de Córdoba, del día 31 de enero de 1933.


Periódico "Hinojosa". Pág. 6.


Periódico "Hinojosa". Pág. 7.


¿Defraudados después de la lectura, por la prudencia del tratamiento de la noticia que dice cosas sin decir y que dan lugar a demasiadas conjeturas? Pues siga leyendo un poco más en la misma página y en el apartado«Bodas», verá ese párrafo que dice: «La novia realzaba sus encantos con suntuoso traje negro y manto blanco, sujetaba artísticamente en la cabeza la simbólica diadema de azahar».

¿Qué tiene que ver esa boda con el asesinato? Nada, solo que ahí le quité la futura  estatua o su placa al director del diario, por su paternalismo y machismo. 


Sevilla, 26-11-2017

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias, Miguel Ángel, no diría que es un trabajo, ni mucho menos, pero es un placer recibir comentarios. Muy agradecida, de nuevo. Saludos.

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