domingo, 21 de mayo de 2023

En memoria de una víctima


© MD Rubio de Medina, 2023


No dejaba de darle vueltas. Confieso que me quitaba el sueño y me había resistido; pero al final, busqué en el BOE la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática; la imprimí y la leí. Necesitaba saber qué definición da de las víctimas o qué requisitos tienen que cumplir. 


En este blog, el 18 de septiembre de 2021 colgué un artículo: «Reescrituras del pasado». Trata sobre un caso especifico del homenaje dado a una persona calificada como víctima, cuyo nombre, presuntamente, se incluyó en un monolito levantado a determinadas personas que se sitúo en el cementerio de Hinojosa del Duque, bajo el rótulo: «EN MEMORIA DE LOS HOMBRES Y MUJERES QUE DIERON SU VIDA POR LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA 1939-1978».


El art. 3.1 de la Ley 20/2022 considera, a los efectos de la misma, que es víctima «... toda persona, con independencia de su nacionalidad, que haya sufrido, individual o colectivamente, daño físico, moral o psicológico, daños patrimoniales , o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que constituyan violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario durante el periodo que abarca del golpe de Estado de 18 de julio de 1936, la posterior Guerra y la Dictadura, incluyendo el transcurrido hasta la entrada en vigor de la Constitución española de 1978....». Como vemos, el monolito hinojoseño tiene un periodo temporal más corto que el que abarca el concepto de víctima de la Ley 20/2022, pues excluye a las víctimas que se dieron desde el 18 de julio de 1936 hasta el final de la Guerra Civil, el 1 de abril de 1939. Ojo, que esta última fecha es una suposición mía, ya que al referirse el monolito a 1939, su cuenta podría comenzar el 1 de enero, pero no sé si es así o no. Lo que, aparentemente se ha buscado con la exclusión de ese periodo inicial, que cita la Ley 20/2022, me lo imagino, pero no vengo aquí a escribir mis suposiciones, sino a analizar si la ley excluye el reconocimiento o el homenaje a determinadas víctimas por no tener una ideología de izquierdas.


Pues bien, el párrafo transcrito no habla de bandos, solo de personas que han sufrido determinados daños o el menoscabo de su derechos fundamentales durante el periodo que designa. Aquí entran, por un poner, todas las personas vejadas, torturadas y/o asesinadas –o como quieran definirlo– de un lado y del otro lado. Lo que ocurre es que no ofrece soluciones cuando los derechos de dos víctimas, de bandos distintos, chocan los unos con los de la otra. 


El propio art. 3.1, anteriormente mencionado considera, además, que al margen de esas víctimas definidas de forma genérica lo son ciertos colectivos «en particular». Son personas que por sus circunstancias o por los padecimientos a los que fueron sometidos pueden englobarse dentro de los supuestos que enumera de las letra a) a la m). Se trata de situaciones concretas que especifica y detalla de una forma muy precisa, para que al que interprete de la ley, al aplicarla, le quede el menor resquicio posible de discrecionalidad. En todo caso, se trata de una lista ejemplificativa, no taxativa, pero a la que se le da cierta relevancia a especificar las características que deberán de tener esas víctimas.


De los supuestos de las letras mencionadas, me interesan en este caso, los supuestos de la letra a) y b).


El primer supuesto se refiere a «las personas fallecidas o desaparecidas como consecuencia de la Guerra y la Dictadura»; es decir, a cualquier persona, independientemente del bando al que perteneciera, que falleciera en acto de guerra. Incluye, por ejemplo, a las personas que fueron condenadas a penas de muerte por los Tribunales franquistas. 


(Ojo, que nunca he dicho que esté a favor de la pena de muerte, nada más lejos de la realidad, me limito a escribir un supuesto histórico que se ha producido. Hablo de  una persona que fue condenada a muerte por un Tribunal de Guerra en Hinojosa del Duque por, entre otras cosas, haber torturado y, según parece, haberle quitado la vida a varias personas del otro bando).


El segundo supuesto, comprende «las personas que sufrieron ... torturas o malos tratos como consecuencia de la Guerra (...)», como vemos, se refiere a personas de cualquier bando.


Entonces, visto esto así, si la persona torturada es tan víctima como la persona torturadora –y que luego es juzgada–, ¿qué explicación tiene que haya en el monolito del cementerio, presuntamente, el nombre de alguna «víctima» que fue, a su vez, «verdugo» de otras que, conforme a la Ley de Memoria Histórica, también son víctimas, aunque no se encuentren incluidas en el periodo temporal al que abarca el monolito o que pertenecieran al otro bando?


Podrían pensar que hago preguntas capciosas porque el art. 4.1 de la Ley 20/2022 declara «ilegal y radicalmente nulo todas las condenas y sanciones producidas por razones políticas, ideologías, de conciencia o creencias religiosas durante la Guerra (...) o durante la Dictadura». En consecuencia, y por ejemplo, si hay un sentencia que acredita que una persona de un bando torturó a otra del bando contrario, esa sentencia por haber sido impuesta por Tribunales franquistas es nula, aunque la persona torturada arrastrase en su cuerpo las pruebas y las secuelas de la tortura durante toda su vida. Y si la sentencia es nula, la prueba desaparece, y por ello también la condición de víctima de la persona torturada. Hago esta conjetura porque, de otro modo, no le encuentro explicación a que a cierto presunto «verdugo» reciba un homenaje como víctima. Quizás es una pregunta capciosa, pero qué sentido tiene torturar a una persona, ¿en eso hay motivos ideológicos o razones políticas, por un poner?


¿Cómo se evita enfrentar los derechos de unas víctimas más especiales que otras (por el bando en el que estaban) frente a otras víctimas que no se consideran tan especiales, pero que según la Ley 20/2022 también son víctimas? Pues, por ejemplo:


1. Realizando homenajes de forma genérica, sin precisar nombres y apellidos.


2. Si se mencionen personas concretas, detallando en el expediente las biografías de cada persona que se pretende homenajear, y dando un plazo para que cualquier persona interesada puede presentar alegaciones en contra, con su respectiva prueba. No hacerlo así, podría dar lugar a colisiones en los que los derechos de una víctima-verdugo prevalecieran sobre los de otra víctima. Evidentemente, si hay conflicto tendrían que resolverlo los Tribunales.


Personalmente considero que la lista de víctimas de un bando, escrita a máquina y que circulaba por el pueblo, de mano en mano, no se depuró y se llevó al granito tal cual, sin saber quiénes eran algunas de las personas que aparecen en la misma y lo que habían hecho o habían dejado de hacer. Eso lo demuestra que, dentro de un grupo de 207 personas, que son las que he contado y ordenado por apellidos (me puedo haber equivocado, sí), hay 10 nombres y apellidos que se repiten. Puede que alguno de los nombres repetidos fuese una víctimas de más, o puede que no; y esto sucede porque en el monolito, las personas citadas no están ordenadas por sus nombres o apellidos, ni sabemos, exactamente, quiénes son. 


Me queda por decir, que Dios perdone a todos, a los verdugos de un bando y a los de otro; yo ya me he quedado tranquila al comprobar que la Ley de Memoria Democrática reconoce a todas las víctimas; como se decida aplicarla, eso ya es otra cuestión. 



Sevilla, 20 de mayo de 2023.



domingo, 14 de mayo de 2023

LA FERIA DE MAYO DE HINOJOSA DEL DUQUE


© MD Rubio de Medina, 2023



Cuando el padre Juan Ruiz escribió en su bienaventurado libro: La Ilustre y Noble Villa de Hinojosa del Duque (Jerez, 1923, pág. 32) sobre la Feria de Mayo, fue muy escueto, solo nos dice que es una feria reciente, fuente riqueza hinojoseña, aunque "(...) De escaso interés (...), que se celebra en los días 15, 16 y 17 de Mayo; por lo ocupado del tiempo para los labradores, y por ser de moderna creación.”



Venta del ganado en Feria de Mayo, durante los años 50.
Fotografía de Pablo Manuel Rubio Ramos.


Pienso que el padre Juan Ruiz sólo acertaba en que, la de Mayo, era de nueva creación, puesto que, cuando publicó su libro, ya llevaba la friolera de 22 años celebrándose. El menor interés de los labradores por la «Feria de Mayo» no obedece, en mi opinión, tanto a lo ocupado de la época, sino a la existencia de menores recursos económicos, ya que estos venían en verano, cuando los labradores recogían la cosecha y  con su venta obtenían los recursos necesarios para ir adquirir lo que necesitaban en los puestos de la Feria de San Agustín, llamada la «Gran Feria».


Por la prensa, sabemos que la «Feria de Mayo» se celebró por primera vez en 1900. Exactamente durante la cuarta semana del mes, posteriormente se anticipó su celebración varios días. El Defensor de Córdoba, de fecha de 06/05/1903, en un artículo, nos ese dato de la fecha original. Leemos:


En los días 20, 21, 22 y 23, tendrá lugar en esta villa la feria de ganados, que no por ser el tercer año de su fundación desmerecerá de la antigua y renombrada del 28 de Agosto, como se demostró en los dos años anteriores.

Por datos que se tienen por verídicos, habrá gran número de ganados de cerda, lanar, vacuno, asnal y mular, asegurándose que se realizarán numerosas transacciones.


A partir del año 1907, el Ayuntamiento acordó que la Feria pasase a celebrarse a partir del día 15 de mayo, como informa el Diario de Córdoba (28/04/1907). La consecuencia del desplazamiento de las fechas de la celebración fue que el nombre de la Feria se identificase con el santo labrador, San Isidro.


La primera noticia que he leído de este cambio denominación la encontré en El Cronista del Valle (Pozoblanco. 14/5/1910), en cuyas páginas encontramos la siguiente nota:


Como en años anteriores, tendrá lugar en dicha localidad la feria de San Isidro en los días, 15, 16 y 17 del presente mes.

El mercado de ganados promete estar tan concurrido como en años anteriores, especialmente de reses lanares y cerdías, de las que siempre entran muchos miles de cabezas, por la circunstancia de ser esta época cuando se inicia el mayor movimiento

de las contrataciones.


Diez años después, sigue el vínculo de la Feria de Mayo con San Isidro, como nos informa La Voz (Córdoba, 5/5/1920).


Durante los días 15, 16, 17 y 18 de mayo tendrá lugar en esta población las fiestas de su patrón San Isidro, con arreglo al siguiente programa: Gran mercado de ganados, iluminaciones eléctricas y a la venenciana, dianas, conciertos musicales, bailes, teatro y circo, verbena en la Plaza Constitucional, cucañas y otros espectáculos.


Al margen de la novedad de las iluminaciones a la veneciana –que al parecer, según he podido averiguar, llegó desde Venecia y se puso de moda a finales del s. XIX en los pueblos por la falta de luz eléctrica. Por la noche se encendían las velas que estaban en el interior de unos farolillos recubiertos de cristales de colores que daban vivacidad, con su colorido, a las celebraciones– estaban los toros.


No hay que perder de vista que el 29/08/1902, en plena Feria de San Agustín, se desplomó la plaza de toros de Hinojosa, y el torero Machaquito, para evitar males mayores, mató el toro. Esta desgracia, con un espectador herido de gravedad, no fue óbice para que la afición taurina de la Hinojosa de la época siguiera perviviendo, incluso en la Feria de Mayo, puesto que en 1904, en el Diario de Córdoba (25/2/1904. Pág. 3) se publicó el anuncio del arriendo de la plaza de toros para las dos ferias que se celebraban en Hinojosa, durante los días 20 de mayo y 28 de agosto; anuncio que se repitió en días sucesivos en el mismo periódico.


Lo que está claro que fue una Feria con altibajos, con épocas de esplendor y de años oscuros, pues se llegó a augurar su desaparición una década después de su celebración, así lo pronosticó el bocazas del corresponsal de El Defensor de Córdoba (20/05/1911), fuera quien fuera, quien sorprendentemente escribió:


Puede asegurarse sin temor a equivocarse que este año ha sido el último de esta Feria, que en sus comienzos tanto prometió, pero como las autoridades de unos y otros partidos nada han hecho por fomentarla, los feriantes no acuden (....)” por es escaso negocio. En ese año concretamente solo 2 platerías, cuatro tiendas de calzado, unos puesto de turrones, dulces y quincalla. Ningún espectáculo.


No he encontrado la fecha en que la Feria de Mayo dejó de celebrarse, pero llegó hasta los años 60-70 del siglo pasado, pues recuerdo haber visto, de pequeña, la venta de la caballería y ganado en los alrededores del Prado del Pilar, además de recordar mi cabreo escolar, pues si eso era una Feria, ¿cómo es que no nos daban vacaciones en el colegio?


Como sabemos, en la actualidad solo tenemos una Feria Grande, la de San Agustín, de la que en 1958, a falta de otras noticias, llegó a los periódicos el ingenio de algún visitante muy espabilado, que cambió cuatro trajes por un borrico, así nos lo contó El Cronista del Valle (13/09/1958):


En la feria de Hinojosa del Duque se ha dado el caso curiosísimo, y tal vez inédito, de que el vecino de Villanueva del Duque Felipe Medina Medina, bromeando con un vendedor ambulante acerca de la venta de una caballería, la ofreció al mismo a cambio de cuatro cortes de traje que portaba, realizándose el trato entre el regocijo de las personas que en aquel momento allí se encontraban. A los pocos momentos el comprador enagenó a su vez la caballería a un gitano.


Aunque eso de que sólo tenemos una Feria, no sé yo... alguien debería tener que mirarlo y contarlo algún día. Sí, debería contar ese misterio que tenemos ahora mismo, que  además de los desembolsos de la FERIA DE SAN AGUSTÍN, los presupuestos municipales tengan que estar desmenuzados en  derramas semanales para los distintos saraos que se organizan fin de semana sí y fin de semana también. Siento que vivo en mi pueblo la constante revitalización de la máxima romana: PAN Y CIRCO. 


No sé yo, pero cada vez que, esporádicamente, aparezco por el pueblo, hay una fiesta y lo que quiero, es que arreglen las aceras para eliminar barreras arquitectónicas, que metan nuevas canalizaciones de agua, que ordenen el caótico tráfico del pueblo, que... 


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En fin, dejo unos renglones para que los rellenen a voluntad, ustedes, mejor que yo, sabrán en qué hay que invertir el dinerito de las fiestas. 


Y a lo mejor piensan que... en fiestas.


Sevilla, 14 de mayo de 2023.



domingo, 7 de mayo de 2023

LA CRUZ DEL CHAPARRAL (2023)

© Del texto: MD Rubio de Medina, 2023

 © De la poesía: Raquel Gil  Espejo, 2023

© De las fotografías:   Raquel Gil Espejo

      y María Teresa Barrios Espejo, 2023

 



Cuando contemplas las Cruces de Mayo de Añora, te deslumbra la belleza sublime. La novedad si es tu primera vez. El juego de luces muy sutiles, la transparencia de las gasas, los planos superpuestos que confluyen en esas creaciones, pierden muchísimo impacto cuando las contemplas en fotografías que no captan la gran  profundidad de campo. Cuando las ves con tus ojos y aprecias sus distintos niveles y pliegues, te asalta como un fogonazo y cuando ese primer sentimiento se asienta, la curiosidad te lleva a preguntarte cómo están hechas esas Cruces. Te acercas, y mucho, para contemplar sus cruces de oro, las cadenas puestas en caprichosas formas, las flores, sus pétalos, sus hojas, la sal derramada sobre el granito, etc. 



La Cruz del Chaparral, 2023. (La Cruz de noche).


Detalle de la plataforma escalonada 
sobre la que se alza la Cruz.


Tienen que pasar muchas cruces para que, año a año, vayas admirando el trabajo de las cruceras. Las largas horas que pasan recortando, pegando, creando, decorando alambres y cordeles para el disfrute de un solo fin de semana. Fui consciente, por primera vez, de la bestial cantidad de  trabajo cuando en el año pasado vi una novedad de la Cruz del Chaparral. Era un cartel ilustrativo que explicaba el proceso creativo. Este año, el proceso se ha repetido con un nuevo cartel explicativo y entramos en vértigo cuando leemos que para crear la Cruz del Chaparral fabricaron 4.700 flores (Cintas) o usaron 4.050 metros de corderillo, por un poner. 



Cintas, Organzas, Palmitas, Bolas, Piedras...
y las manos mágicas de las cruceras.


Ese cartel ilustrativo creó escuela, pues este año lo ha introducido la Cruz de la Amargura. Para otros años, quizá se debería añadir las largas horas trabajadas por todos los vecinos que, secretamente, invierten su tiempo libre para poner de lujo su pueblo y dejar boquiabiertos a los demás habitantes de Los Pedroches y de más allá.


Este año, la Cruz del Chaparral, ha ganado un merecidísimo segundo premio en la modalidad de cruces exteriores. El reconocimiento ha sabido a poco para el esfuerzo colectivo de unas 20 mujeres que han fabricado con su manos cada hojita, cada flor, cada palmita, cada detalle; de los niños y niñas que han ayudado haciendo cadenas de bolitas; de los 10 hombres, o así, que han montado las carpas y trasladado los hierros para dar forma a la decoración elegida, o que han cortado el alambre. Todo el «Chaparral» unido para «vestir» su  Cruz. 



El equipo creador de la Cruz del Chaparral.

Detalle de la Cruz.


Este año ha habido otra novedad, unas barras de bar para recaudar dinero para las cruces del año venidero, que este año, por la inflación y subida de precios, habrán disparado, sin duda, la inversión necesaria para crear la ilusión colectiva y dar vuelo a la esperanza de que tu Cruz sea la mejor de su modalidad.


El cartel ilustrativo para ayudar a la Cruz venidera.


Conozco desde niña la Fiesta de las Cruces de Añora, desde los tiempos en que mujeres enlutadas con mandiles a cuadros se afanaban desde las mesas de camilla de sus casas para crear los accesorios; pero hasta el 2022, no conocí el orgullo de «ser crucera». Cuando, hace ya una Cruz del Chaparral, presenté a Raquel Gil Espejo a las amigas que me acompañaron a Añora para visitar las  Cruces, ella les dijo con todo orgullo: «soy crucera». No es para menos, no sólo es escritora, también tenía a bien desempeñar el oficio en el que la habían precedido muchas noriegas ilustres. «Ser crucera» es un modo de vida, una forma de entender tu existencia pasando tu tiempo libre –y no tan libre–, haciendo flores, adornando los interiores de las casas o las cruces de granito de las calles, con oro, cadenas, velos, gasas, alambres, bolitas, piedras, etc. En definitiva, haciendo la colectividad noriega.


La escritora y "crucera" Raquel Gil Espejo con "su" Cruz.

Ese sentimiento y orgullo de ser crucera, lo ha plasmado Raquel Gil Espejo en un poema que ocupaba el centro del cartel ilustrativo de la Cruz del Chaparral y en el que leemos:


¿Ves esta Cruz?

Respira, inspira, suspira...

Haz tuyo este momento.

Grábalo en tu retina

y almacénalo en un recodo de tu ser.

Ahora,... disfrútala, vívela, 

siéntela, embriagate de su embrujo, 

adéntrate en su manto de flores,

que la emoción brote muy dentro de ti.

Deja que su belleza, tu corazón conquiste.

¿Acaso la mujer noriega 

no atesora magia entre sus manos?

Haz tuyo cada instante.

Sueña, vuela, déjate atrapar 

por el encanto de Añora, 

de sus calles, de sus gentes, de sus cruces 

que tan bellas lucen cada mes de mayo.

Que este día perviva en tu retina y acaricie tu piel.

Nosotras la observamos, cautivadas, y una frase se dibuja 

en nuestras mentes y traspasa nuestras almas:

¡Qué orgullo es ser noriega!


Sevilla, 7/5/2023.



miércoles, 3 de mayo de 2023

El "Maestro" José Perea


© Texto y fotografía: MD Rubio de Medina, 2023



La mañana del viernes, 28 de abril, tras los soleados días anteriores, cuajó nublada sobre la soledad de la larga pasarela vestida de azul eléctrico, preparada para el desfile de moda de José Perea, colocada frente a las escaleras del Ayuntamiento. 


Preparando el escenario.

    Desde las primeras horas de la tarde, comenzaron a aparecer coches llegados desde los pueblos de los alrededores. Sus ocupantes preguntaban dónde estaba la Plaza de la Catedral y dónde podían aparcar. Hinojosa se llenaba de gente que venía con un propósito firme: disfrutar de una noche novedosa.


Su nombre en luces de neón 
en el balcón de la Casa-Ayuntamiento.

Hubieron tiempos en los que José Perea buscaba piso. Necesitaba algo pequeño: «una habitación para mí y otra para mi máquina de coser». Fueron los tiempos del ayer, pues el viernes, 28 de abril de 2023, José Perea, se transformó en Maestro. Demostró que era una rara avis, pues no solo fue profeta en su tierra chica, sino que también atesoró el elemento identificativo de los elegidos por la fortuna: conquistó el espacio vacío, los aledaños de aquella larga pasarela azul eléctrico plantada sobre el escudo de Hinojosa del Duque. El Maestro ya no necesita dos habitaciones, sino toda una plaza –en este caso, la Plaza de la Catedral- para dar cabida a su creatividad y oficio, y deleitarnos con la presentación de su última Colección de Moda.


La abarrotada plaza esperando el comienzo del desfile.


José Perea es un disciplinado profesional autodidacta, que no solo ha construido su oficio, sino también su propio look.  Destaca frente a sus colegas de profesión por cabalgar, a toda velocidad, con las tijeras y su máquina de coser para cortar y coser un vestido de noche o un traje de flamenca, en un suspiro. El Maestro José ha moldeado su imagen con elementos propios, es la percha de sus propias creaciones, (a semejanza de Palomo Spain o Karl Lagerfeld); y con elementos foráneos, tomados del folklore patrio, como el caracolillo en la frente. Su cuerpo, permanentemente es un escaparate de sus exclusivas creaciones.


Empero, por encima de triunfos y amistades famosas, el Maestro José Perea, es una persona apegada a su tierra, así lo demostró, tocándonos en el corazón, con los coloridos vestidos con estampados de los monumentos más representativos de Hinojosa: la Torre de la Catedral, la espadaña de la ermita de la Virgen del Castillo, la ermita del Cristo de las Injurias, el convento de las Concepcionistas, etc. También es una persona muy familiar, lo demostró rogando que se le fotografiara con su abuela, que contempló el triunfo de su nieto sentada en primera fila.


Rocío Carrasco, presentadora y modelo en el desfile.
Al fondo, el cartel conmemorativo de los 25 años de la representación
de "La Vaquera de la Finojosa",
evento cultural identificado con Hinojosa del Duque.


José Perea muy bien escoltado por su mayor fans, su abuela.


Podría seguir escribiendo sobre una extraordinaria velada en la que, bajo los sones de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto –algunas rarezas como la intervención de la Banda en un desfile, en la que toca la hermana de José, son, sobre todo, lujos–; o bajo las canciones de Anabel Dueñas, desfilaron las modelos vestidas con las maravillosas creaciones de José. 


Anabel Dueñas, en pleno show.


El Desfile acabó con una apoteosis de fuegos artificiales, con el Maestro José saludando desde el escenario, haciendo con las manos un corazón y abrazándose a su intima Rocío Carrasco, la presentadora. 


El broce final: fuegos artificiales
para cerrar el Desfile.

José, parece decir: "os llevo en el corazón".

El paseíllo final de las modelos, con José abrazado a Rocío,
bajo la mirada de Anabel Dueñas.

La historia de sus vestidos son, ante todo, imágenes para sentir desfilando sobre la pasarela azul eléctrico, de los que muestro algunas fotografías.

Maestro José Perea, cuando vuelvas, otra vez, seguirás atesorando la posesión más valiosa de los elegidos, el espacio. Tendrán que ponerte tres Plazas de la Catedral juntas para tu próximo desfile. No hay duda, las llenarás de gente.


Sevilla, 3/5/2023.


-- G A L E R Í A   D E   I M Á G E N E S --