miércoles, 18 de noviembre de 2020

Hinojosa y Julio Romero de Torres



© María Dolores Rubio de Medina, 2020


En estos días en los que tanto se está hablando de Julio Romero de Torres (9/11/1874 - 10/5/1930) por celebrarse el 90 aniversario de su fallecimiento, existen razones para recordar, así por encima, la admiración tan intensa que el pueblo de Hinojosa del Duque le ha tributado –y le tributa– hasta el punto que fue –y es– auténtica devoción. 

Recuerdo en el pueblo aquellos días de mi infancia, llenos de casas, tascas y edificios públicos de cuyas paredes colgaban reproducciones de sus cuadros, o calendarios con estampas debidas a la mano del famoso pintor. Frecuentemente estaban colocados en sitios poco iluminados, ensombreciendo, aún más, los aires de tristeza que emanan de ese arte tan personalísimo. 

Muestra de esta devoción es el contenido del Archivo Digital Julio Romero de Torres, recientemente puesto a disposición del público, donde se encuentran dos cartas escritas por hinojoseños que demuestran este interés:


1.ª Una carta manuscrita redactada desde la Hacienda de Correales, con fecha de 16 de mayo de 1930, por el abogado Pablo Murillo Torrico y firmada también por Anita Vizcaíno (supongo que sería su esposa), en la que ambos dan el pésame a Enrique Romero de Torres, su hermana Angelita y al resto de la familia por el fallecimiento de don Julio, producido cinco días antes.


2.º Una carta escrita a máquina, fechada en 1925, que ha resultado ser una auténtica sorpresa, por la posible repercusión que tendría en la cultura local de haberse realizado lo que se dice en la misma. 

Fue escrita por Luis Delgado Alcalde, propietario de un comercio. En la esquina superior izquierda de la misiva se aprecia un  una estampilla realizada con un tampón con la figura de un santo, San Isidro, acompañado por las leyendas: «Vende al contado», «Vende barato» y «Peso exacto».

La carta está dirigida a Enrique Romero de Torres y dice lo siguiente:

«Muy Sr. mío:

Necesitando los datos biográficos de la persona al pie citada, para unos trabajos periodísticos que estoy haciendo por tener dedicada una calle de esta ciudad a su nombre, le ruego que los envíe haciendo resaltar los hechos más importantes de su vida y en los que más emoción haya experimentado.

Las 80 crónicas que tengo que publicar se recopilarán en un folleto del que tendré el gusto de remitirle algunos ejemplares.

Ruego su pronto envío y que no pasen los datos de una cuartilla de papel.

Atentamente le saluda.

Luis Delgado Alcalde»


Al pie, una nota –mitad manuscrita, mitad a máquina– indica: «calle de ROMERO DE TORRES (Julio)».


Efectivamente, don Julio tuvo –y tiene– una calle en Hinojosa del Duque, llamada «Romero de Torres», que prueba la devoción a la que me estoy refiriendo. 

¿Quién fue este Luis Delgado? ¿Llegó a publicar las 80 crónicas, entre ellas la de don Julio? ¿Se publicó el folleto? De ser así, la cultura hinojoseña de principios del siglo XX se ampliaría de modo bastante significativo con el rescate de estos documentos; sin embargo, mi búsqueda de datos sobre estas crónicas o ese folleto no ha dado resultado; no obstante, si puedo ofrecer algunos datos sobre Luis Delgado Alcalde.

Este comerciante o agente comercial –del que ignoro el producto o productos que podía despachar– fue el propietario y fundador del periódico El Defensor de Hinojosa de línea muy conservadora que, desgraciadamente, tuvo una vida brevísima en nuestra localidad. El primer número se publicó en agosto de 1930 y se cerró en abril de 1931. En noviembre de 1930 lo vendió a Alfonso Sánchez Ramírez, el último alcalde  hinojoseño que ejerció en el reinado de Alfonso XIII. Lamentablemente en su tiempo de vida, este semanario tuvo que competir con el extraordinario Hinojosa y el talento de sus directores: Domingo Rex y Manuel Antón Garrido.

Sin embargo, no se puede obviar que, además de admiradores, don Julio también cosechó detractores en nuestra localidad, hasta el punto de que su talento les caía «tan gordo» que llegó a censurarse su obra. Concretamente a Tomás Blanco, alcalde accidental de Hinojosa del Duque durante un breve tiempo, en la II República. 

En algunas de las fotografías antiguas que todos hemos contemplado de la Plaza principal, hemos observado algún que otro kiosco de prensa. Creo recordar que alguno de ellos llegó a llamarse «Ilustración». 


Kiosco de prensa. 
Fotografía publicada en "Hinojosa",
número extraordinario de Feria de 1931.
Autor: Pedro Gómez Gil (atribuida).


Pues bien, en 1931 en un kiosco de la Plaza se vendían reproducciones de cuadros de don Julio. Supongo que serían tarjetas postales. No hay que tener mucha imaginación para suponer que, entre estas se encontraría el famoso cuadro titulado «Naranjas y limones» y puede que, también, «El pecado». Pues bien, el mencionado Tomás Blanco, como alcalde accidental, tomó cartas del asunto y prohibió su venta. Mi admirado Domingo Rex (nacido en una pedanía de Lorca y ejerció como maestro Nacional el Hinojosa –de 1930 a 1933– y emigrado a México donde fue un innovador de la radio y la televisión mexicana), muy dolido por la decisión, no dudó en escribir en las páginas del Hinojosa del día 29/11/1931 unas duras palabras dirigidas al censor: 

«Mi sensibilidad, mi cultura, se sublevan al recordar que cuando este señor desempeñaba accidentalmente la alcaldía de Hinojosa del Duque, dio órdenes para que se prohibiera terminantemente la exhibición y venta de las reproducciones de las obras del llorado maestro Romero de Torres, por considerarlas como atentados a la moralidad al buen gusto.»

Tan señor fue Domingo que, pese a su escaso sueldo como maestro, en tiempos en los que llegaron a dar clase en cuadras, no dudó en participar en la suscripción que se estaba realizando para proyectar un monumento al pintor Julio Romero de Torres en Córdoba (Diario de Córdoba, 01/01/1931), iniciativa, sin duda, secundada por muchos hinojoseños.


En Sevilla, a 18 de noviembre de 2020.


(Cuando recién parece descender en Andalucía

 la curva de la 2.ª ola del bicho.

Maldito bicho.)


Nota: 

Quien tuviere interés en ver las cartas, podrá descargarlas del Archivo Digital Julio Romero de Torres del Ayuntamiento de Córdoba, introduciendo «Hinojosa» en el buscador.

http://museojulioromero.cordoba.es/buscar


jueves, 12 de noviembre de 2020

EVOLUCIÓN DEL ALTAR MAYOR DE LA IGLESIA DE LA CATEDRAL DE LA SIERRA





© María Dolores Rubio de Medina, 2020


Por todos es conocida la disposición e iconografía del actual ALTAR MAYOR de la IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA o CATEDRAL DE LA SIERRA de Hinojosa del Duque; pero quizá se conozca menos que, desde la construcción de la iglesia este lugar tan principal ha sufrido, al menos, cuatro grandes transformaciones, que sintetizo brevemente:


I. En el siglo XVI la iglesia albergaba un retablo plateresco del que solo conservamos la descripción que realizó el Fr. Juan Ruiz, C.A.O. en su extraordinario libro, La ilustre y noble villa de Hinojosa del Duque, publicado en 1923, del que los siguientes datos:


  • Su construcción fue sufragada con los bienes dejados por Francisco Blasco en 1507.

  • Era un retablo de cinco órdenes, pintado y dorado con historias de diversas imágenes.
  • En el tabernáculo central albergaba una escultura de busto redondo de San Juan Bautista, pintado y dorado.
  • Encima existía otra imagen de bulto, de la que el Padre Juan no recoge descripción.


Al lado del altar principal se encontraba el Sagrario, pintado y dorado.


II. En el siglo XVIII, el altar sufrió una gran transformación. Su resultado lo conocemos con mayor detalle, gracias gracias a que fue fotografiado por Pedro Gómez Gil en 1911 (aproximadamente). Esta imagen fue publicada en el tomo dedicado a Córdoba y provincia del Portafolio fotográfico de España.

Este retablo comenzó a ejecutarse alrededor del año 1714, siendo los artistas que lo desarrollan los siguientes:

  1. La composición del conjunto, de tres calles y cuatro pisos fue diseñada por el cordobés Jorge Mejía (Gorge Mexia, escribió Padre Juan Ruiz).
  2. Fue ensamblado por el maestro Juan Espejo, cordobés.
  3. Las esculturas estofadas de las calle laterales del primero y segundo piso, de bulto redondo que representan a San Pablo y San Pedro –de cuerpo entero– y a San Bartolomé y San Lorenzo –de medio cuerpo– fueron realizadas por el maestro escultor Andrés Barrera (Varrera, escribe el Padre Juan Ruiz) de Baena.
  4. El retablo fue dorado por el maestro cordobés Joaquín Moreno, que finalizó su ejecución en 1791.
  5.  En el cuerpo superior se observa un Crucificado, flanqueado a los lados por la Virgen y por San Juan Evangelista. Estas imágenes de bulto redondo, se atribuyen a Juan Espejo, dado que padre Juan Ruiz no lo describe en su obra.

Todo este conjunto se cerraba con una baranda de bronce, sobre zócalo de mármol negro. 




Composición realizada sobre la fotografía de Pedo Gómez Gil de 1911


Detalle de San Bartolomé.

Detalle de San Pedro.


III. A principios del siglo XX, concretamente durante el año 1920, fue reformado en su parte central, concretamente en la zona marcada en el dibujo. En el centro de la composición se abrió una gran hornacina para instalar el Camarín de la Virgen María Auxiliadora. Esta reforma fue costeada por el farmacéutico don Gabriel Murillo Torrico.


La zona sombreada en amarillo fue la que se reformó
para hacer una gran hornacina para María Auxiliadora.
Con lupa de aumento, San Bartolomé, San Lorenzo, 
la auténtica Virgen de la Antigua y San Pablo.


Hornacina de la Virgen María Auxiliadora.
Autor desconocido


IV. El altar, junto con la iglesia, fue saqueado y quemado durante la Guerra Civil, por lo que, a la finalización de la misma, provisionalmente, por una donación, se colocó en el espacio reservado al altar principal una capilla portátil, pintada de tonos crema con detalles dorados y azules, dentro de cuya hornacina luce una Inmaculada de corte modernista, obra del artista y astrónomo catalán Dionisio Renart. Cuando se construyó el altar actual, el conjunto portátil se retiró del lugar. Durante mucho tiempo, la capilla portátil y la Inmaculada estuvieron en la Sacristía, en la actualidad se conservan en el Baptisterio de la Iglesia de de san Juan Bautista.



Inmaculada de Dionisio Renart en su capilla portátil.
Una preciosidad de corte modernista.


Recomiendo una visita a la Catedral para contemplar maravilloso conjunto, puesto que del maestro Renart, más conocido por su labor como astrónomo, se conservan muy pocas obras, dado que era tan perfeccionista que el mismo destruyó muchas de las imágenes que realizó en su vida, por no estar plenamente satisfecho con el resultado.


Sevilla, 12 de Noviembre de 2020.