viernes, 30 de abril de 2021

CLASES SOCIALES Y LA PROCESIÓN DE LA "COJONÁ"


Hace años transcribí un texto que mi padre dejó garabateado sobre unas cuartillas, hablaba de la escala social hinojoseña de los años treinta del siglo pasado. Recordaba, vagamente, que en el mismo se citaban varias devociones hinojoseñas y una procesión llamada de la "Cojoná", por celebrarse antes de la siega. En mi memoria quedó asociada, erróneamente, con los primeros días de mayo, por lo que la vinculaba con la Virgen de Guía. 


Cuando he rescatado el texto, sorprendida, me he dado cuenta que estaba equivocada, que una procesión que aún se celebra, se conoció como la "Cojoná", pero no tiene que ver con la Virgen de Guía.


Vamos con la historia y con su narrador, Pablo Manuel Rubio Ramos.



* * *



LA ESCALA SOCIAL HINOJOSEÑA


por  PABLO MANUEL RUBIO RAMOS




Para quienes desconozcan la escala social de las gentes dedicadas a las tareas ganaderas, principal actividad económica de Hinojosa, diremos que se hablaba de propietarios cuando eran dueños de tierras suficientes para vivir de sus rentas sin trabajarlos, ya explotadas directamente con criados, ya administradas por un encargado o aperador, figura lo más parecida a un socio laboral; también arrendando sus propiedades. Los pastos se aprovechaban con ganaderías propias o mediante arrendamiento a ganaderos de ovino. Las montaneras se explotaban con piaras de cerdos, grandemente consumidos por su calidad; se desconocían las vacas en explotaciones ganaderas. Desde antiguo los ganaderos procedían de Soria o Segovia que desplazaban los rebaños por las cañadas y sendas de la Mesta, gente que cuando dejó la transhumancia se afincaron en la zona, comprando quintos y dehesas.


El segundo escalón lo ocupaban los labradores, importante y amplio sector que formaba la elite social. Cultivaban tierras propias, a veces incrementadas con arriendos o aparecías de parcelas propiedad de artesanos que completaban el numero de fanegas para dar empleo a la yunta y mulero o criado para todo. Su administración era poco importante: una libreta para anotar las entregas de productos al herrero, al carpintero, al barbero y al criado. El dinero escaso se destinaba a pagar la contribución y comprar lo más necesario por Feria. En general, eran personas autosuficientes, dentro de las estrecheces propias de años de sequía o muy lluviosos, que mermaban sus ingresos. Se ocupaban de vigilar al mulero y de visitar sus propiedades a caballo cuando jóvenes y en burra pacífica cuando viejos; la mayor parte del día lo pasaban en el casino. Se casaban al volver del Servicio Militar con personas de su igual categoría y, como hasta fechas recientes sus expectativas de vida rondaban los sesenta, los hijos se hacían pronto con el patrimonio familiar, heredando también de sus padres la pertenencia a la Cofradía del Santo Entierro de la Catedral de la Sierra o de la de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la iglesia de la Caridad.


En orden inferior, situamos a «los del campo», pequeños propietarios que llevaban personalmente la explotación de su cortijo en el que vivían, simultaneando la elemental agricultura con el huerto, la viña, su olivar y pequeñas ganaderas de ovejas o cabras y cerdos para la matanza que cuidaban los hijos del cortejo o algún jovenzuelo o viejo que completaba su vida laboral en un mundo sin derechos de jubilación.


Las explotaciones ganaderas de propiedades más extensas eran objeto de contratación verbal por San Miguel, con pago en especie y libramiento en la tierra de once o veintitrés ovejas propias del pastor con las que repartir proporcionalmente las ganancias. Se clasificaban en mayorales, pastores y zagales que vivían junto a la ganadería en chozos de juncos; y aquellos los últimos, en las llamadas «rosqueras» que eran pequeños chozos montados en parihuelas transportables.


Corrientemente se hablaba de propietarios de «media costilla» cuando necesitaban casarse con mujer que le aportaba la otra mitad de una yunta.


Otro tipo de empleado fijo era el puntero o mulero, dedicado al laboreo del campo, aunque realmente fuera criado para todo. De ahí la anécdota que cuentan:


Se asomó el mulero a la puerta y al comprobar que llovía, dijo:

–Agua Dios y venga mayo que ajustado estoy por año.

Y el amo le contestó:

–Agua Dios y mayo venga; que si no vas a arar, irás por leña.


El último peldaño del escalafón de este entramado social lo constituían los jornaleros –hombres que viven por sus manos, como nos enseña Jorge Manrique– que no tenían empleo fijo y se contrataban por jornadas o cortos períodos de tiempo en la Plaza cada mañana, donde esperaban a que los patronos los sacaran y los mandaran al tajo.


Todas las clases sociales festejaban por igual: las matanzas de cada año; la fiesta de San Antón, dando las preceptivas tres vueltas a la Iglesia Parroquial con sus mejores mulas ataviadas; acudían a San Sebastián donde los piñones era compra necesaria; celebraban el carnaval, comiendo chorizo y relleno; y tomaban parte en la romería de la Virgen de Guía con carros, caballos y mulas enjaezadas, y los menos pudientes con sus burros y mantas de jerga. Todos a implorar las lluvias de mayo.



1975 - La Virgen de Guía camino de Hinojosa del Duque.


En Semana Santa procesionaban con su cofradía, en especial la del Santo Entierro, de número restringido de cofrades, reservado a familias más pudientes, de acceso hereditario; o en la más populosa, la del Corpus, conocida como la «Cojoná», no por irreverencia, sino porque el comentario unánime en las filas era: «este año ‘no cojo ná’», referido a la cosecha de la que los hombres de la agricultura nunca se sienten satisfechos hasta que alguna de las hijas llega a edad casadera. A partir de ese momento, todo es riqueza, abundancia de rendimientos de los trigos en las parcelas del Cerro Picacho para que los de su misma clase social fijaran la atención en la mozuela. Las bodas respondían, en muchos casos, a los intereses de los padres. No había padre con hija casadera que no aspirase a comprar el Quinto Romero, que todavía sigue sin venderse. 


En esta sociedad clásica y clasista, a la vez, el grupo más característico e importante era el de los labradores. Hombres formales que prescindían de los escritos y eran fieles cumplidores de la palabra dada. No rudos, pero sí «abrochados».


(...).

domingo, 18 de abril de 2021

LA ACTIVIDAD MUNICIPAL EN HINOJOSA DEL DUQUE (1923-1975) de PABLO MANUEL RUBIO RAMOS

 


© María Dolores Rubio de Medina, 2021.


El diccionario de mi padre y el mío no eran el mismo. El tenía las reglas ortográficas que le enseñaron, yo las mías. Lo que mi padre ponía con mayúscula inicial, a mí me enseñaron a ponerlo con minúscula... La evolución del lenguaje es lo que ha complicado, muchísimo, la tarea que mi hermano Manuel y yo asumimos para tratar de sacar a la luz una obra que, desgraciadamente, hace años que debería estar circulando entre los hinojoseños. 


No hay mal que por bien no venga, que el momento haya llegado este año, en 2021, año-víspera de la conmemoración del centenario del libro del P. Juan Ruiz, La ilustre y noble villa de Hinojosa del Duque, pues La actividad municipal en Hinojosa del Duque (1923-1975) de Pablo M. Ramos (244 págs.) es la continuidad a la historia de nuestro pueblo, pues comienza, justo en el año en que termina el primero, que fue publicado en 1922. 


Durante varios años, Pablo M. Rubio Ramos (1931-2012) se sumergió entre papeles, libros, archivos, bibliotecas y hemerotecas especialmente en la documentación del Archivo Municipal de Hinojosa– para reunir las notas suficientes como para armar un manuscrito sobre nuestro pasado en un periodo temporal que abarca a algo más de 50 años. Realizó una complicada labor artesanal, pues al día de hoy uno puede hacer tratados excelentes sin salir de su cuarto; pero en tiempos pasados, cuando internet y la facilidad de acceso a la información eran quimeras, reunir las notas necesarias para armar un manuscrito y posteriormente imprimirlo para hacerlo circular entre los lectores con la premisa de que de «libro cerrado no saca letrado», era una labor muy lenta y trabajosa que le llevó algo más de una década investigadora. 


Para que ese esfuerzo inmenso no se pierda –de forma muy modesta, por la falta de patrocinios–, hemos optado por rescatar el manuscrito y transformarlo en libro.


Portada del libro:
fachada del Ayuntamiento con la famosa torre del reloj,
hoy desaparecida.



La actividad municipal en Hinojosa del Duque (1923-1975) de Pablo M. Ramos, condesa gran parte de la historia local de estos años, y aunque no es el producto final con el que había soñado nuestro padre, pues comentó que pretendía simplificarlo, es el único manuscrito que tenemos, al que le puso el punto final el día de San Juan del año 2001, fecha en que se inauguró la remodelación de La Catedral de la Sierra, con una exposición de pintura de Zurbarán. 


Este libro es un impagable compendio de la actividad municipal que se realizó durante algo más de cincuenta años, incluyendo las difíciles etapas de la Guerra Civil y de la Postguerra, de la reconstrucción de la villa, luego ciudad. Junto a la vertiente administrativa, el autor pone especial énfasis en dar a conocer a «las fuerzas vivas de la localidad», incluyendo a las «invisibles», por ello cita buena parte de los funcionarios y empleados del ayuntamiento durante estos años con sus nombres, apellidos y cargo. 


Nada mejor que echar un vistazo al índice de la obra para mostrar los períodos temporales a los que abarca:


Presentación.

Prólogo.

Introducción.


Capítulo I: La normativa legal.

Capítulo II: Alcaldes y corporaciones.

Capítulo III: Ayuntamientos durante la Dictadura de Primo de Rivera.

Capítulo IV: Ayuntamientos de la II República.

Capítulo V: Actividad del Ayuntamiento durante la Guerra Civil. 

Capítulo VI: Ayuntamientos desde 1939 a 1949 .

Capítulo VII: El despegue económico (1950-1967).

Capítulo VIII: La vida municipal desde 1967 a 1975. 


Anexo fotográfico.

Galería de alcaldes.

Paisaje, prensa, eventos y edificios.

Nota sobre el autor



La actividad municipal en Hinojosa del Duque (1923-1975) es la tercera publicación del autor, siendo las anteriores:


1. El hinojoseño Alonso Martínez Grande, 1995, 240 páginas.





2. Los calvarios del Valle de los Pedroches, 2018, 44 páginas.






Para finalizar, aclaro que del libro La actividad municipal en Hinojosa del Duque (1923-1975) se ha realizado una edición muy corta, que a la fecha no se encuentra a la venta. Su distribución se realizará a partir del momento en que se pueda presentar la obra en Hinojosa del Duque, cuando la situación sanitaria lo permita. Cuando ese momento llegue, se hará la oportuna publicidad.


 


Sevilla, 18 de abril 2021. 

II Año del Glorioso Bicho Fiero.

sábado, 10 de abril de 2021

UN NUEVO NICHO DE AUTOEMPLEO PARA HINOJOSA: EL ARTE SACRO (III). EL MURAL Y EL CARTELISMO



© María Dolores Rubio de Medina, 2021.


Aunque este 2021 hemos dejado atrás la Semana Santa, no es razón para dejar de presentar los profesionales sobre el Arte Sacro que están destacando en Hinojosa del Duque. No hay que olvidar que, aunque el escaparate de estas actividades es una semana al año, durante la Semana Santa, para que las obras luzcan espléndidas esos días es preciso que los profesionales trabajen con disciplina espartana durante todo el año.


En esta ocasión, presento a un artista especializado en técnicas murales y que es experto en el arte de crear y diseñar carteles. Un profesional que, a caballo entre dos ciudades: Hinojosa del Duque y Sevilla, está compaginando sus estudios de Bellas Artes con la realización de actividades artísticas por cuenta propia, tanto dentro ARTE SACRO como fuera de esta disciplina.


Se trata de JOSÉ MIGUEL ZAMORANO Josemí–, un artista multidisciplinar que desde el campo del arte plástico y visual, continua al día de hoy buscando un estilo que dote de un toque personal a sus obras; por ello, aunque su formación es de muralista, al ser Técnico Superior de Artes Aplicadas al Muro (Sevilla, 2017-2019), prosigue su estudios en la Universidad de Sevilla realizando el Grado en Bellas Artes –o en BBAA, como popularmente se simplifica la disciplina académica–, explorando nuevas realidades artísticas que le lleven a conseguir ese toque mágico.





Cuando se pide a otros profesionales que faciliten nombres de artistas que destaquen dentro del género del Arte Sacro, el nombre de Josemi es uno de los que más rápidamente acude a sus mentes; no obstante, al igual que el resto de los profesionales, esta vertiente del arte no la explota en exclusiva, sino que la compaginan con otras campos artísticos.


Prueba de esta vertiente plurifacética es que, a pesar que su tarjeta de presentación y sus dibujos tiende a las representaciones religiosas, como vemos en las siguientes fotografías, ha obtenido también diversos reconocimientos en campos más mundanos.

Tarjeta de presentación del artista JM Zamorano.







Entre la variedad de sus trabajos, dentro de su faceta como muralista y cartelista, destaco los siguientes:


==> 2015: Reconocimiento en los carteles de Carnaval en Hinojosa del Duque.

==> 2017: Autor del Cartel de la Semana Santa de Hinojosa, con representación del Cristo de la Caridad.



==>  2017: Autor del cartel de las Fiestas en honor a Santo Domingo, 3 y 4  de junio de Hinojosa del Duque.




==> 2019: Autor de los carteles de las Fiestas de San Cristóbal de Hinojosa del Duque.


==> 2019: Autor del cartel de la Feria de San Agustín de Hinojosa del Duque. De gran simplicidad y con una composición muy acertada.




==> 2020: Ejecución de un mural para el Museo del aire Libre de Villanueva del Duque, de reciente realización, como puede observarse en la fotografía donde se aprecian los materiales y herramientas utilizados por el autor.





Sevilla, 10 de abril de 2021.

viernes, 2 de abril de 2021

LIBRO-HOMENAJE AL PADRE JUAN RUIZ (1922-2022)



D. Luis Romero Fernández, Cronista de Hinojosa del Duque, ha observado que en el año 2022 se cumplirán 100 años desde la publicación del libro del Fr. Juan Ruiz, C.A.O. titulado: “La ilustre y noble villa de Hinojosa del Duque”.


LOGO ELABORADO PARA EL PROYECTO
DEL LIBRO-HOMENAJE



Para estar a la altura del acontecimiento, cuando menos, en un proyecto que coordinaré junto a D. Santos Ortega Gómez, estamos preparando un libro homenaje de carácter colectivo.


Dentro de nuestros medios hemos pedido ayuda a nuestros amigos para que escriban un breve artículo relacionado con el libro y/o el Padre Juan Ruiz, que deberá reunir estos requisitos:


  1. Cada artículo tendrá entre 5-10 folios.
  2. Se usará la letra TIMES NEW ROMAN, tamaño 12.
  3. Se realizará sin tabulaciones y sin justificar.
  4. El espaciado será a un espacio (1,0).
  5. Podrán añadirse fotografías, siempre que el conjunto del texto y las fotografías no superen los 10 folios.
  6. Fecha límite de entrega: 31/10/2021. Si en esta fecha el artículo no se encuentra en poder de ninguno de los dos coordinadores, será excluido.
  7. Firmarán (física o electrónicamente) una declaración jurada indicando que el texto es original, no es un plagio de otro autor y que autorizan su publicación para este proyecto (se elaborará modelo). Los autores podrán disponer libremente de su artículo para lo que estimen oportuno, una vez publicado.
  8. No obstante, no es un proyecto partidista, por lo que si alguna persona con la que no hubiésemos contactado quisiera participar, podrá ponerse en contacto con cualquiera de los coordinadores, explicando sobre qué desea escribir en medio folio. Si la propuesta cumple los criterios de calidad que estimemos los dos coordinadores, será tenido en cuenta para ser incorporado al libro electrónico. 


Con todos estos artículos la idea es elaborar un libro digital (PDF), si luego podemos conseguir publicarlo en papel, mejor, pero al no tener recursos económicos, de momento publicar el libro digital es el que está a nuestro alcance. Para lograrlo, me comprometo a maquetar y montar el libro, reproduciendo la portada del libro original del Padre Juan Ruiz. 


En la portada aparecería este texto:


LIBRO HOMENAJE AL FR. JUAN RUIZ 

EN EL CENTENARIO DE LA PUBLICACIÓN DE

«LA ILUSTRE Y NOBLE VILLA DE 

HINOJOSA DEL DUQUE»

1922-2022





La estructura del libro sería la siguiente:


  1. Prólogo. (Sin concretar su autor).
  2. Artículo sobre el Centenario del libro escrito por don Luis Romero Fernández, Cronista local.
  3. Detrás el resto de los coautores con su artículo sobre  el tema que elijan, relacionándolo con el Padre Juan Ruiz o su libro, que aparecerán alfabéticamente, por la letra de su primer apellido. 
  4. Al final irían, si el libro llega a editarse en papel, los patrocinadores, si los hubiera.


Durante el mes de noviembre de 2021 se elaborará el libro digital, que será presentado en diciembre de 2021 o en enero de 2022 –si la situación epidemiológica lo permite–, en Hinojosa del Duque, una vez presentado, el libro se subirá a las redes sociales.


Hinojosa del Duque - Sevilla. 

Abril, 2021.