miércoles, 11 de enero de 2023

Por San Sebastián «todo el mundo se transforma en devorador de piñones»


© María Dolores Rubio de Medina, 2023



Emiliana Rubio Pérez por WhatsApp, en nuestro grupo “COLODRAS”, recordó la cercanía de la festividad de San Sebastián de Hinojosa del Duque con este escueto mensaje: 

“Aviso q 21 y 22 es S Sebastián. Fue siempre la feria chica de invierno de Hinojosa”. En honor del santo y por si no llegáis a tiempo del autobús de Córdoba, pongo esta entrada reproduciendo la fiesta que se celebraba en los años 60 del siglo pasado, hace la friolera de más de 60 años.


El artículo que replico se publicó en un recuadro titulado “BALCÓN” en el periódico “CÓRDOBA”, el 24/01/1960. Anticipo que el periodista que lo escribió, Eugenio Solís, sabía bastante de la vida y milagros de San Sebastián, pero apenas tenía referencias de la “Feria chica de invierno de Hinojosa”.


Me pongo a la tarea y copio literalmente el texto:


CÓRDOBA

24/01/1960

BALCÓN


LAS FIESTAS DE SAN SEBASTIÁN EN HINOJOSA


“En otros artículos nos hemos referido a la devoción serreña por San Sebastián. Hoy vamos a limitas el fenómeno al caso de Hinojosa del Duque, cuya tradicional Hermandad de San Sebastián suele organizar una serie de fiestas religiosas y profanas de primera magnitud. El domingo 24 es el día elegido este año. La solemnidad empieza con una gran función religiosa en le Ermita del Santo, próxima al Convento de Carmelitas Calzados, reúne en esta plaza una muchedumbre que día y noche la anima y la alegra. A la solemne fiesta religiosa sucede una serie de casetas de tiro, barquillas o columpios, norias, etc..., el popular regocijo encuentra su natural culminación en concursos de tiro al pichón y otras competiciones. La devoción que se extiende desde Conquista y Torrecampo a Espiel y las estribaciones de la sierra de Córdoba repercute con gran fuerza en Hinojosa que vive en tal ocasión uno de sus días grandes.

No se limita la charanga del campo de atracciones la fiesta que en tal o en cual detalle revela supervivencias de otras épocas más sencillas. En varias localidades, como aquí en Hinojosa, es éste el día comer piñones, de jugar a la rueda o al corro y de otras mil inocentes distracciones, que nos asombra que aún perduren. Todo el mundo se transforma en devorador de piñones.

La devoción a San Sebastián está muy extendida en España. En Cataluña cuenta con más de 61 ermitas. En Italia donde están las Catacumbas que llevan su nombre es un santo popularísimo. La razón de su popularidad es como la de San Antonio Abad, su eficacia como abogado contra las pestes, epidemias y demás calamidades.

Desde el siglo X y aún antes, desde la época visigótica fue San Sebastián venerado con especial cariño en los pueblos y lugares de nuestra provincia. La vieja campana con inscripción mozárabe encontrada cerca de Espiel y conservada en el Museo Arqueológico Provincial es una prueba del culto rendido a San Sebastián desde los primeros tiempos del cristianismo. San Sebastián fue un mártir doble. Al segundo martirio no pudo resistir. Su cuerpo fue enterrado en las Catacumbas de su nombre, a extramuros de la Ciudad Eterna.

La muerte de San Sebastián fue impresionante, dejó perdurable huella en la fantasía, dando lugar a notabilísimas creaciones musicales y literarias. En la esfera de la creación artística el famoso ‘Martirio de San Sebastián’ de Guido Reni encuentra su perfecta replica en ‘Le Mártir de Saint Sebastien’, el magnifico poema dramático escrito en lengua francesa por Gabriel D’Annuzio. Una novela que muchos hemos leído en nuestra adolescencia, ‘Fabiola’ del cardenal Wissemann, nos familiarizó con la admirable figura del santo provenzal. Allí, en sus amenas y fervientes páginas, se nos presenta de mano maestra un vigoroso retrato del santo, cuya grandeza radica esencialmente en su actitud de militar profesional que no vacila en preferir la ley de Dios a las ordenanzas del César.

La devoción provincial a San Sebastián pareció concentrarse en otro tiempo en Córdoba capital. Son muchos los documentos probatorios. Dicha devoción cristalizó y encontró su exponente en la fundación de numerosas ermitas puestas bajo la advocación del santo y, sobre todo, en la creación del popular hospital cordobés conocido con el nombre de Hospital de San Sebastián de las Bubas o Mal francés.”

Eugenio SOLIS.


Recuadro del "Córdoba", 24/01/1960.

En fin, concluida la lectura nos invade el desasosiego. Manda arrobas con el dichoso Solís, mucho titular a Hinojosa en la cabecera del recuadro, pero se ve que cobraba el sueldo sin que sus jefes le discutieran el contenido de las crónicas que escribía, pues del santo lo acabamos sabiendo todo, pero de la  “feria chica de invierno” poca cosa, por no hablar que no menciona ni la “pañola”.


Las ritualidades vinculadas a esta fiesta, fueron representadas  teatralmente en el Barrio de San Sebastián por la Agrupación de Senderismo de Hinojosa del Duque, “Entrehinojos”, en la pieza titulada “Aquellas fiestas de San Sebatián”, el 14/8/2018, con motivo de la celebración del 75 aniversario de la Hermandad. (Cuestión aparte, los libretos o los vídeos de las representaciones teatrales de “Entrehinojos” deberían depositarse en la Biblioteca Pública, inclusive proyectar las obras, de vez en cuando, en el museo Etnológico, por su incidencia en rescatar la antropología local).


La palabra “pañola” no se encuentra en el Diccionario de la RAE. Por lo que me cuentan, era un pañuelo que el novio ofrecía en la fiesta de San Sebastián a la novia lleno de piñones, turrón, peladillas y otros dulces, comprados en los puestos que ofrecían el género en el Barrio, muchos de ellos de fuera. Por la calidad y cantidad de género se sabía la riqueza que tenía el pretendiente, como me dijo Emiliana Rubio, “no era lo mismo la ‘pañola' de un novio con apellido ilustre que la de un novio destripaterrones”.


Tengan buena feria chica de invierno y ¡Viva San Sebastián!



Sevilla, 11/1/2023.




domingo, 8 de enero de 2023

EL «AUTO SACRAMENTAL DE LOS REYES MAGOS» DE EL VISO DE LOS PEDROCHES



© María Dolores Rubio de Medina, 2023


De los tiempos inmemoriales en los que vestía baby blanco para ir al parvulario solo tengo recuerdo de dos obras de teatro populares: «Fuente Ovejuna» y «El Auto de los Reyes Magos». Los niños no teníamos edad para ir a esas funciones, especialmente al «Auto Sacramental de los Reyes Magos», del que se contaba que había que ir a verla con una manta para arroparse por el frío que hacía. Los espectadores tardaban varios días en sacudirse el frío de encima.


Cartel anunciador de la representación teatral.


«Fuente Ovejuna» tiempo ha que me tuvo como espectadora; me quedaba pendiente de ver el «Auto Sacramental», circunstancia nada fácil, habida en cuenta que es una obra cuya puesta en escena es muy difícil de asumir para una localidad que, en la actualidad, no llega a los 3.000 habitantes, por lo que se representaba por los vecinos de El Viso cada siete años; en la actualidad,  cada cuatro años. 

Los Pedroches, un páramo de teatro popular durante la mayor parte del siglo XX, a partir de los años 80, se fue transformando en una competición de unos pueblos con otros, en pos de la explotación del turismo rural. Cada cuatro años –si no hay pandemia o elecciones municipales que lo remedien–, cada pueblo tiene su «teatro y sus actores aficionados». Recuerdo así a lo pronto: en Belalcázar, «El Halcón y la Columna»; en Hinojosa del Duque, «La Vaquera de la Hinojosa»; en Alcaracejos, «Los Coloquios de la Infancia de Jesús»; y en El Viso, «El Auto de los Reyes Magos». «El Alcalde de Zalamea» y «Fuente Ovejuna», obras consolidadas y con un libreto extraordinario que deja en mantillas a cualquier otra obra popular de Los Pedroches –para mi gusto–, se representan en pueblos cercanos que no pertenecen a Los Pedroches. Excepto la obra que se representa en El Viso, el resto de los teatros populares de Los Pedroches son eventos modernos –aunque se basen en adaptaciones de textos o serranillas antiguas–; cierto es que algunos van a cumplir la friolera de 25 años, como es el caso de «La Vaquera» en Hinojosa. 

La representación de «El Auto Sacramental de los Reyes Magos» se pierde en la memoria colectiva de los habitante de El Viso y obtuvo su reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico de Andalucía en marzo de 1999.

El libreto que sirve de soporte al «Auto Sacramental» es una adaptación de una obra escrita a finales del siglo XVIII por Gaspar Fernández y Ávila (1757-1799), titulada «La infancia de Jesu-Christo: poema dramático dividido en doce coloquios», compuesta alrededor de 1784. No obstante, no se representan los 12 coloquios, solo algunos episodios, concretamente hasta el momento en que los Reyes Magos, una vez tributado su homenaje al niño Jesús, avisados por un ángel, desvían su camino para no tener que dar cuentas de la visita a Herodes. 

En la «Biblioteca Virtual de Andalucía» se encuentra disponible, en formato digital, una versión en color y otra en blanco y negro de la obra original de Gaspar Fernández.

Sobre las escenas dramáticas adaptadas y que se representan en el escenario preparado para la ocasión, se sobreponen las danzas locales (jota viseña),  puestas en escena con una gran cohesión entre sus, aproximadamente, 70 miembros, que se acompañan por la música y  los villancicos tradicionales ejecutados por la Coral Viseña. Precisamente para que músicos, cantantes, bailarines y actores se organicen con unidad y maestría, enlazando la entrada y salida de las distintas escenas, personajes y bailes, la «Peña Cultural de los Reyes Magos» se encarga de organizar los ensayos, organizar la puesta en escena y recabar, junto con el Ayuntamiento, los patrocinios necesarios para representar la obra.

El «Auto» se representa durante cuatro días consecutivos en lo crudo de lo más crudo invierno, al descubierto; en la plaza principal del pueblo, que se transforma en un escenario con los atrezos de  cuatro subescenarios diferentes: una majada de pastores; el palacio de Herodes; el portal de Belén; y las fachadas de varias posadas o mesones y algunos negocios locales.  

La majada de los pastores.

En busca de posada.

Natividad.

Pastores en coloquio.

Escenografía sobre la jota viseña.


Desde el punto de vista antropológico, se trata de la primera obra de teatro a la que he asistido en la que se han puesto en juego los cinco sentidos: la vista; el oído; los olores –los pastores, en su majada, encienden candela y ponen al fuego comida, con los que a los espectadores les asalta los aromas de los distintos manjares y de la leña quemándose. Estos olores sorprenden más a los urbanitas que asisten a la representación que a los locales, más habituados a ellos–; el gusto –se ofrece a los visitantes chocolate caliente, dulces y migas con sus tropezones–; y el tacto –al abandonar las gradas de los asientos se hace por parte del escenario, en el que permanecen los actores, con los que es posible tocar los ropajes de estos, y apreciar, por ejemplo, los bordados. Algunos vestidos tienen una antigüedad de varias generaciones, por lo que se han subido, al menos, durante un par de siglos al escenario–.


Los espectadores reflejados en el casco de un soldado de Herodes.


En definitiva, mi objetivo no es el desmenuzar el argumento de la obra (conocido por todos: María y José buscan un lugar donde cobijarse, y una vez nacido el niño Jesús, éste es visitado por los pastores y los Reyes Magos), sino aclarar que se trata de un evento cultural consolidado; realizado en unas fechas atípicas –invierno– impropias de un teatro popular que se representa cielo abierto, al coincidir con el final del periodo navideño, en consonancia con la obra que representa. Es muy recomendable su asistencia puesto que, como espectadores, asistimos a la representación de la vida local que fue –y sigue siendo–, y a la que vuelven los urbanitas para conocer los momentos y la vida de la que ya no disfrutan.


Sevilla, 8/1/2023.