miércoles, 4 de marzo de 2020

Papeles & Palabras



Del queso a la feria de la estampida 


Mal que me pese, la comunicación de la Alcaldía de Hinojosa del Duque sobre la celebración del II Salón del Queso de Andalucía es uno de los mejores textos que han nacido, desde hace mucho tiempo, entre las paredes del edificio del Excelentísimo Ayuntamiento, inaugurado por don Guillermo Caballero Rubio, a quien tuve el orgullo de conocer, tratar y, sobre todo, de aprender, pues también fue el director de mi colegio de EGB.

Dicho esto, pongamos el queso en su lugar y hagamos historia local de las cosas que no cuenta. Después de haber pedido durante unos ¿cuatro años? a la Junta Andalucía –la del PSOE– que le dieran una feria hermosa para el recién construido recinto ferial sin ningún resultado, la Sra. Díaz perdió el gobierno andaluz y asistimos a un relevo en la cúpula de la Junta.

Ignoro si los que solicitaron, de nuevo, la feria se habían leído ese librito que hizo furor en los inicios del s. XXI titulado: ¿Quién se ha llevado mi queso?, pero lo cierto es que los miembros del IFAPA-Hinojosa se encontraban preparados para aplicar uno de sus consejos: estaban prestos al cambio, así que sacaron del cajón el proyecto y se lo vendieron a los recién llegados. ¡Milagro!, para mi pasmo, le dieron la Feria del Queso de Andalucía a mi pueblo con toda las de la ley. Para ello, el cargo que fuera del nuevo gobierno andaluz, el trifachito que lo llaman, desvistió un santo (Zuheros) para vestir a otro.

Mi pasmo se hizo crónico cuando –antes y después del 16-17 de marzo de 2019– contemplé en las redes las fotografías del evento. Los dirigentes de la Corporación local, los del IFAPA y los de la Junta de Andalucía aparecían cada uno por su lado, como el agua y el aceite en el mismo tarro, tratando de no mezclarse en las mismas imágenes.

Hoy que saben, por lo bajini, sin declaración oficial, que la feria que le quitaron a Zuheros se la llevan a la capital cordobesa andan de morros buscando apoyo testimonial de los que no tienen el poder, sin reparar en que, cómo dicen en el librito, «las viejas convicciones no te conducen a un queso nuevo». Cuando estuvieron ocupando la misma barca olvidaron que no es suficiente con contentar al público, sino que también hay que cuidar al productor, no al del queso –que esos sí tuvieron sus puntos de venta en el recinto ferial–, sino al que pone la carpa para montar el espectáculo, que es al que hay que ponerle la medalla y darle el lugar de honor en las fotografías.

Tener una «Escuela de Capataces», como se decía antes, y dar formación quesera no son razones suficientes para retener este tipo de feria, no hay que olvidar que gran parte de esos 20.000 visitantes fueron hinojoseños que aprovecharon para visitar su pueblo. Fueron básicamente los hinojoseños de dentro y de fuera –a los que, inexplicablemente, no se menciona en el comunicado para darles las gracias; afortunadamente sí se acuerdan de dárselas al director y al personal del IFAPA– los que contribuyeron al éxito de la feria.

No, al Ayuntamiento no le corresponde quejarse de algo que no logró traer y que tampoco ha sabido retener. Cambiando el lugar de celebración del acto a una capital no se abandona lo rural; en primer lugar porque esos 20.000 visitantes se duplicaran o triplicaran en lugares con mayor aforo, así los puestos de Los Pedroches, si se montan, serán visitados por más gente; y, en segundo lugar, porque quienes abandonan lo rural son, principalmente, las Corporaciones locales que se están pasando de frenada con sus pretensiones, imitando las costumbres de las capitales. Están destinando recursos considerables del presupuesto local para montar actos culturales-turísticos-gastronómicos que solo generan recursos puntuales para la hostelería  y los negocios locales durante un par de días. Cuando los visitantes de fuera se van, con ellos se llevan su poder adquisitivo. 

Con o sin queso por medio, la Alcaldía tiene que dejar de inventarse eventos de fin de semana para rebañar unos instantes de popularidad en las redes sociales. Tiene que hablar en serio con los empresarios, autónomos y profesionales liberales para crear las condiciones que impidan que, dentro de un año, seamos, otra vez, récord de bajas en el padrón local y con diferencia con cualquier otro pueblo de los Pedroches.

La gente tiene que ir a Hinojosa, pero no a comprar un poco de queso; tiene que ir a montar la quesería allí. A quedarse. Primero creas la industria, luego, acaso, podrás montar no una feria, que esas cosas nos vienen grandes, pero sí un mercadillo local de unas horas. Se trata que se venda lo que se fabrica en Hinojosa, no lo que se fabrica en Málaga, por un poner. 

Mientras la Alcaldía no haga su trabajo, no tendremos feria del queso que valga, solo seremos récord con la «feria de la estampida».

4 de marzo de 2020


María Dolores Rubio de Medina


Soñaba con publicar artículos de opinión como este en el NOSOTROS, soñaba... 




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