sábado, 24 de septiembre de 2016

Pascual Madoz y la cría del cerdo en Los Pedroches


© María Dolores Rubio de Medina, 2016.

Buscando documentación histórica de utilidad para completar mi estudio de las ritualidades de la matanza del cerdo en Los Pedroches, he repasado el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz (1848-1870); concretamente la edición Facsímil dedicada a la provincia de Córdoba -que originalmente pudiera estar fechada en 1852-, reproducida por Ámbito y Editoriales Andaluzas Reunidas en 1987, ejemplar que me fue facilitado, amablemente, por la Biblioteca Municipal de Hinojosa del Duque.

   Contrastando la información ofrecida por Madoz relativa a los distintos pueblos que se agrupan bajo la denominación de Los Pedroches, varios detalles -que señaló más abajo- me inducen a pensar que se trata de un libro construido sobre fuentes secundarias y que el autor carecía de conocimientos personales directos en lo tocante a la economía rural y los comportamientos de la población de la zona sobre la que escribe. López Ontiveros -en el estudio introductor del Facsímil- señala que la principal fuente de la que parte Madoz son los estudios y artículos publicados por el erudito cordobés Casas-Deza, llegando en algunos casos a copiarlos en hasta en un 70%. Es decir, que nos encontramos ante un plagio descarado que hoy, por la existencia de programas informáticos anticopia, sería fácilmente detectable y sería motivo de escándalo y descalificación intelectual de su autor.

Al margen de la polémica sobre la originalidad de las fuentes, me interesa señalar los aspectos relacionados con la producción y explotación de cerdos en los distintos pueblos de Los Pedroches y en las entradas relativas a los partidos judiciales de Pozoblanco e Hinojosa del Duque. Conviene adelantar, sin embargo, que las referencias directas al cerdo son muy escasas. Los puntos sobre los que pongo la atención son los siguientes:

I. Los Pedroches son citados con la denominación, hoy ciertamente muy discutida, de "valle de los Pedroches" -con minúscula en la palabra valle-. Como ejemplo, tomo el párrafo en el que Madoz señala la situación geográfica del partido judicial de Hinojosa del Duque, que se encuentra en "la parte occidental del valle de los Pedroches, que lo forman las cordilleras de Sierra-Morena" (1987 : 177). En la actualidad, comprende 17 poblaciones: Alcaracejos, Añora, Belalcázar, Cardeña -única localidad de la que no he encontrado referencias en el Madoz-, Conquista, Dos Torres, Fuente la Lancha, El Guijo, El Viso, Hinojosa del Duque, Pedroche, Pozoblanco, Santa Eufemia, Torrecampo, Villanueva de Córdoba, Villanueva del Duque y Villaralto.

La imaginaria frontera que constituye lo que hoy conocemos por Los Pedroches casi coincide con la descripción de Madoz de los partidos judiciales de Hinojosa del Duque -formado por 6 ayuntamientos: Hinojosa del Duque, como cabeza del partido judicial; Belalcázar; Fuente La Lancha; Santa Eufemia;  Villaralto o Villar alto y El Viso- y de Pozoblanco -constituido por 10 ayuntamientos, siendo su cabeza "Pozo-blanco" y el resto de las poblaciones: Alcaracejos, Añora, Conquista, Dos-Torres, El Guijo, Pedroche, Torrecampo, Villanueva de Córdoba y Villanueva del Duque-.

En la época histórica en la que se escribió el Diccionario, el partido judicial era un recurso muy utilizado por los investigadores para parcelar los datos relativos a la historia local, tal vez porque la existencia de datos relativos al número de delitos, personas condenadas y absueltas,  permitía comparar el grado de criminalidad de unas zonas geográficas con otras. Hoy en día, el partido judicial, salvo que se trate de investigaciones judiciales, no tiene apenas repercusión en los estudios locales y las cifras estadísticas se toman en base a criterios provinciales, regionales, comarcales o locales. En el caso del estudio de Madoz, lo sorprendente es que se obtiene más información socioeconómica del análisis de los párrafos dedicados a los partidos judiciales correspondientes, que de los pueblos que forman parte de cada uno de aquellos. La entradas relativas a las distintas localidades, en la mayoría de los casos, se limitan a breves líneas sobre su situación geográfica y a algunos detalles económicos que demuestran, a todas luces, la ausencia de fuentes directas sobre el lugar. Por ejemplo, de la totalidad de los pueblos, solo dos localidades son objeto de atención extensa: Hinojosa del Duque y Pozoblanco, facilitando para las mismas abundantes estadísticas, especialmente las relacionadas con la ganadería.

II. Destaca el peso que tienen las referencias relativas a la educación y la estructura clerical en la descripción de la localidad, anotaciones que -en muchos casos- superan las observaciones relacionadas con la industria, la producción y el comercio; que se citan de forma separada en muchas entradas sin criterio diferenciador aparente. Llama la atención, por ejemplo, el desconocimiento del entorno de una de las localidades más pujantes económicamente a día de hoy, como es Villanueva de Córdoba, a la que apenas dedica 48 líneas, limitándose a mencionar que su comercio se orienta a la "esportacion de granas y aceite" (1987 : 231).

III. La Dehesa -recurso natural que más ha potenciado la obtención de la denominación de origen de los productos derivados del cerdo- apenas es mencionada en el texto. Es extraño el escaso interés que despierta para Madoz uno de sus productos, la bellota, si tenemos en cuenta que los árabes destacaban su calidad. En las distintas entradas dedicadas a las villas, salvo error por mi parte, solo he detectado las siguientes referencias a la Dehesa o a la bellota:

   En la entrada relativa al partido judicial de Hinojosa del Duque, cuando describe las fronteras y estructura territorial de la zona con estas palabras: "El centro del valle o partido de Hinojosa, es una superficie plana de tierra menuda y arenosa, pero productiva en cereales, ayudada de los abonos del ganado lanar y de cerda, que es el que se cria en el pais. Carece de árboles de construccion y solo tiene dehesas de encinar que suministran el combustible necesario y gran cantidad de bellota para los cerdos" (1987 : 178).

  •    En la descripción del término municipal de la localidad de Hinojosa del Duque que según Madoz "puede dividirse en tres clases: una adehesada para yerbas y pastos de ganaderias: otra de hojas y tierras de labrantías, y la tercera montuosa, aprovechables solamente para ganado cabrio, colmenas, y de vez en cuando para hacer rozas" (1987 : 179).
  • En la entrada relativa a Pozoblanco (localidad que muchas veces denomina "Pozo-blanco"), en el apartado "Producciones" donde menciona entre otras cuestiones que "la de cereales es la que más abunda, sin embargo de lo cual no basta para el consumo y se importan de los pueblos colindantes, principalmente de Hinojosa y Belalcázar. El fruto de la bellota de la deh. de la Jara y de la de propios de todas las v. de los Pedroches es también abundante y productible por las grandes piaras de cerdos que se ceban en él, pudiendo valuarse en 40 à 50.000 rs. anuales el correspondiente à Pozoblanco" (1987 : 211).


IV. Si tenemos en cuenta que Madoz, en la entrada relativa al partido judicial de Hinojosa, señala que "las costumbres de sus habitantes son en general sencillas como hijas de unos habitantes delicados á la agricultura y a la vida pastoril" (1987 : 178), resulta incompresible que en ciertas localidades no mencione la cría del cerdo; puesto que en esa sociedad, el cerdo representa la hucha económica familiar, una inversión de subsistencia para los largos periodos del invierno, especialmente durante la primera mitad del s. XIX.

Concretamente entre las localidades que producen cerdos cita a Belalcázar, que produce anualmente unos 3.000 cerdos (1987 : 44); Conquista (1987 : 70); Santa Eufemia  (1987 : 159), El Guijo (1987 : 176); Pedroche (1987 : 204); Torremilano -hoy, Dos Torres- (1987 : 229); Villanueva de Córdoba (1987 : 231); Villanueva del Duque (1987 : 231); y El Viso (1987 : 232).

Cuestión aparte son los casos de Hinojosa del Duque y de Pozoblanco, localidades que -junto con Belalcázar- son las únicas de las que cita el número de cerdos que se producen en las mismas.

Respecto a Hinojosa del Duque señala que en esta localidad se crían por un quinquenio "sobre 1.800 cerdos, número insinificante, en comparación con los que se criaban antes de la Guerra de la Independencia, desde cuya época principió también la destrucción de los árboles, quedando reducidos en el día a la mitad o la tercera parte de los que en aquel tiempo había, y casi todos encinares o Montes mencionados, muy talados de ramas útiles" (1987 : 179); posteriormente, en el apartado "Producciones" señala que calcula "6.000 cabezas de ganado de cerda, que así mismo criarán 3.500 lechones" (1987 : 180). Respecto a "Pozo-blanco" cita que poseen de "7 a 8 mil cerdos" y que exportan carneros, cerdos y "otros ganados que se crían y alimentan en el país" (1987 : 211).

En teoría con la perspectiva que tenemos, a día de hoy, de Pozoblanco como motor económico de los Pedroches y sede de la COVAP, cualquier persona consideraría que las cifras de producción del cerdo en Pozoblanco son extremadamente bajas si las comparamos con las Hinojosa o Belalcázar. La sorpresa salta, sin embargo, cuando observamos que el Diccionario atribuye a Pozoblanco menor población que Hinojosa; por lo que causa perplejidad -o dudas acerca de la veracidad de las cifras- saber que una población con menor número de habitantes es capaz de producir más cabezas de cerdo que una con una densidad poblacional superior, como se desprende de los datos siguientes:



Por otro lado, Madoz no hace mención a la ganadería de cerda en las entradas relativas a Alcaracejos, localidad de la que escribe que produce carneros para consumo de Madrid y otras capitales, estando dedicados sus habitantes a la agricultura, ganadería y arrería (1987 : 22); y Añora, que también se dedica a la venta de carneros para la corte y  produce ganado vacuno, lanar, multar, yegual y asnal (1987 : 32). En la entrada de Fuente la Lancha señala que se dedica al ganado lanar y vacuno, así como a la caza de conejos, liebres y perdices (187 : 161).

V. La escasez de referencias a la venta de ganado en las ferias de las distintas localidades.

En la entrada relativa a la localidad de Hinojosa del Duque señala que existen dos ferias cada año, una del 3 al 11 de febrero -que se celebraba en la ermita de la Virgen de Guía- y la de San Agustín, que se celebra desde el 28 de agosto al 4 de septiembre, siendo ambas bastante concurridas de "feriantes" (1987 : 180); la austera nota referida a Hinojosa causa perplejidad si nos atenemos al hecho que parecer ser que en 1777 se creó una feria de ganado que los gitanos conocían como "La gran feria" -Fuente: Guía de las fiestas populares de Andalucía, Consejería de Cultura, Junta de Andalucía, 1982-; existiendo testimonios que llegaron a compararla con la feria de Sevilla. Por su parte, en la entrada relativa a la localidad de Pozoblanco, señala que desde 1842 se celebra una feria libre de derechos del 24 al 26 de septiembre, en la que se vendía "toda clase de ganados, hierro, acero, ropas del reino, quincalla y comestibles" (1987 : 211). Es lógico que si estaba libre de derechos, el cerdo fuera uno de los productos de la misma. Por otro lado, en el apartado "Industria y Comercio" de Hinojosa se señala que "las especulaciones se hacen à dinero pero en el verano suelen recibir granos por cuenta de lo que han vendido de fiado" (1987 : 180); es decir, que si el trueque de productos es algo común y reconocido, hasta el punto que se deje reseña escrita del mismo, no resulta descabellado pensar que durante el invierno -y más aún en días de matanza- el trueque consista en la entrega de algún cerdo para que posteriormente en el verano la compensación se realice mediante entrega de su equivalente en cereales.

A la luz de lo expuesto, es muy raro que si Madoz hace referencias a la producción y venta de carneros y otro ganado en algunas localidades, no mencione de forma expresa el ganado de cerda. La explicación a este vacío, como se ha anticipado, pudiera ser que su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de Andalucía, en lo relativo a la provincia de Córdoba se basa en las fuentes de otras personas, como se ha mencionado al principio, de ahí la información dispersa que se introduce en otras entradas. Por ejemplo, en el caso de Hinojosa, si cita la importancia del ganado en la feria de San Agustín, pero en la entrada relativa al partido judicial donde reconoce que el principal tráfico de la misma es "la ganadería de todas clases", siendo el de la feria de la Virgen de Guía "de telas, tegidos del reino, sombreros, zapatos, hierro, acero y otras cosas de menor valor" (1987 : 178). Obsérvese que no se excluye la venta de ganado en cualquier feria sea del pueblo que sea, pues lo que resalta es que tiene un comercio principal. En todo caso, dado la vinculación que existe con la Virgen de Guía de varios pueblos de la comarca, esta feria es el punto natural de reunión de varias localidades de Los Pedroches, siendo lógico que en su transcurso se realizasen transacciones de ganado, entre ellas de cerda, al tratarse de una feria que se celebra en febrero, mes aún lo suficiente frío como para poder realizar una matanza y proceder a la conservación artesanal de los productos derivados del cerdo sin que se echen a perder.

 18 de septiembre de 2016.
Rectificado el día  23 de septiembre de 2016.

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