jueves, 12 de noviembre de 2020

EVOLUCIÓN DEL ALTAR MAYOR DE LA IGLESIA DE LA CATEDRAL DE LA SIERRA





© María Dolores Rubio de Medina, 2020


Por todos es conocida la disposición e iconografía del actual ALTAR MAYOR de la IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA o CATEDRAL DE LA SIERRA de Hinojosa del Duque; pero quizá se conozca menos que, desde la construcción de la iglesia este lugar tan principal ha sufrido, al menos, cuatro grandes transformaciones, que sintetizo brevemente:


I. En el siglo XVI la iglesia albergaba un retablo plateresco del que solo conservamos la descripción que realizó el Fr. Juan Ruiz, C.A.O. en su extraordinario libro, La ilustre y noble villa de Hinojosa del Duque, publicado en 1923, del que los siguientes datos:


  • Su construcción fue sufragada con los bienes dejados por Francisco Blasco en 1507.

  • Era un retablo de cinco órdenes, pintado y dorado con historias de diversas imágenes.
  • En el tabernáculo central albergaba una escultura de busto redondo de San Juan Bautista, pintado y dorado.
  • Encima existía otra imagen de bulto, de la que el Padre Juan no recoge descripción.


Al lado del altar principal se encontraba el Sagrario, pintado y dorado.


II. En el siglo XVIII, el altar sufrió una gran transformación. Su resultado lo conocemos con mayor detalle, gracias gracias a que fue fotografiado por Pedro Gómez Gil en 1911 (aproximadamente). Esta imagen fue publicada en el tomo dedicado a Córdoba y provincia del Portafolio fotográfico de España.

Este retablo comenzó a ejecutarse alrededor del año 1714, siendo los artistas que lo desarrollan los siguientes:

  1. La composición del conjunto, de tres calles y cuatro pisos fue diseñada por el cordobés Jorge Mejía (Gorge Mexia, escribió Padre Juan Ruiz).
  2. Fue ensamblado por el maestro Juan Espejo, cordobés.
  3. Las esculturas estofadas de las calle laterales del primero y segundo piso, de bulto redondo que representan a San Pablo y San Pedro –de cuerpo entero– y a San Bartolomé y San Lorenzo –de medio cuerpo– fueron realizadas por el maestro escultor Andrés Barrera (Varrera, escribe el Padre Juan Ruiz) de Baena.
  4. El retablo fue dorado por el maestro cordobés Joaquín Moreno, que finalizó su ejecución en 1791.
  5.  En el cuerpo superior se observa un Crucificado, flanqueado a los lados por la Virgen y por San Juan Evangelista. Estas imágenes de bulto redondo, se atribuyen a Juan Espejo, dado que padre Juan Ruiz no lo describe en su obra.

Todo este conjunto se cerraba con una baranda de bronce, sobre zócalo de mármol negro. 




Composición realizada sobre la fotografía de Pedo Gómez Gil de 1911


Detalle de San Bartolomé.

Detalle de San Pedro.


III. A principios del siglo XX, concretamente durante el año 1920, fue reformado en su parte central, concretamente en la zona marcada en el dibujo. En el centro de la composición se abrió una gran hornacina para instalar el Camarín de la Virgen María Auxiliadora. Esta reforma fue costeada por el farmacéutico don Gabriel Murillo Torrico.


La zona sombreada en amarillo fue la que se reformó
para hacer una gran hornacina para María Auxiliadora.
Con lupa de aumento, San Bartolomé, San Lorenzo, 
la auténtica Virgen de la Antigua y San Pablo.


Hornacina de la Virgen María Auxiliadora.
Autor desconocido


IV. El altar, junto con la iglesia, fue saqueado y quemado durante la Guerra Civil, por lo que, a la finalización de la misma, provisionalmente, por una donación, se colocó en el espacio reservado al altar principal una capilla portátil, pintada de tonos crema con detalles dorados y azules, dentro de cuya hornacina luce una Inmaculada de corte modernista, obra del artista y astrónomo catalán Dionisio Renart. Cuando se construyó el altar actual, el conjunto portátil se retiró del lugar. Durante mucho tiempo, la capilla portátil y la Inmaculada estuvieron en la Sacristía, en la actualidad se conservan en el Baptisterio de la Iglesia de de san Juan Bautista.



Inmaculada de Dionisio Renart en su capilla portátil.
Una preciosidad de corte modernista.


Recomiendo una visita a la Catedral para contemplar maravilloso conjunto, puesto que del maestro Renart, más conocido por su labor como astrónomo, se conservan muy pocas obras, dado que era tan perfeccionista que el mismo destruyó muchas de las imágenes que realizó en su vida, por no estar plenamente satisfecho con el resultado.


Sevilla, 12 de Noviembre de 2020.


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